miércoles, 14 de noviembre de 2012

El hombre que confundió a su mujer con un sombrero


Este libro lo componen  numerosos casos clínicos tratados desde la visión del médico inglés Oliver Sacks. Las historias tratan sobre personas comunes que tienen problemas neurológicos poco conocidos. Todos son seres que tienen una vida normal, con sus profesiones y sus familiares, pero que trascienden de esta realidad a partir de sus problemas de salud.  El escritor logra mostrar las actitudes de sus pacientes, de entrometerse en la intimidad de sus vidas y comprender cuánto cambió la enfermedad de cada uno el desarrollo normal de sus acciones.
Para quienes no estamos involucrados en la medicina, este libro es una ventana al fascinante mundo de la mente humana. Aun cuando creemos que nuestro cuerpo tiene un límite, estas historias nos muestran que no hay barreras para nuestro cerebro.
Los capítulos que me tocó leer ( capítulo 11: la enfermedad de cupido y capítulo 12: una cuestión de identidad), nos habla de tres casos particulares de dichas enfermedades que trastornan la realidad de las vidas de los pacientes.

En el primero nos cuenta la historia de una señora  llamada Natasha k. que al cumplir sus ochenta y ocho años comenzó a experimentar cambios en su vida. Empezó a sentirse totalmente viva, joven otra vez, con ganas de divertirse y reír continuamente. Al principio este cambio le pareció fantástico, pero luego calló en la cuenta de que no era normal lo que le sucedía, tanta euforia a su edad no era lo más común, por lo que decidió visitar al doctor, pero no para que le diese un diagnóstico pues ella ya sabia lo que le sucedía, la responsable de su cambio era la enfermedad de cupido, como ella llamaba a la sífilis. siendo joven esta señora cogió la enfermedad en un burdel, fue tratas y se pensó que curada realmente, pero a sus ochenta y ocho años esta enfermedad floreció de nuevo, llenado de alegría su vida. El doctor le plante la posibilidad de llevar acabo un tratamiento para la eliminación de esta enfermedad, pero sorprendentemente la señora a esta proposición contesta diciendo que no, no quiere eliminarla ya que la neurofísiles le está haciendo pasar los mejores años de su vida, por lo que le pide al doctor que se limite a controlarla para que no valla a más. Es sorprendente como una enfermedad aparentemente maligna puede afectar al cerebro haciendo que una persona sea feliz. Un caso similar a este es el que cuenta a continuación nuestro autor, el protagonista se llama Miguel O.  Con un diagnóstico de manía, pero que pronto se comprobó que se hallaba en la etapa agitada de la neurosífilis. Miguel era un señor que le costaba expresarse con palabras, pero que lo hacia bastante bien a través de dibujos. Tras una serie de pruebas en las cuales Miguel se encontraba con distintos estados de ánimo y en algunas de ellas bajo el efecto de tranquilizantes, se llega a la conclusión de que cuando mas excitado, feliz, activo se encontraba el paciente dibujos más complicados, con mayor acción y  vivos este dibujaba, mientras que con los efectos de los tranquilizantes los dibujos parecían estar muertos, sin ningún tipo de emoción, que es lo que transmitía el paciente bajo los efectos del tranquilizante.
Que paradójico, que crueldad... Las sensaciones de alegría,  nuestro mundo interior puede estar apagado si no lo libera una intoxicación, o en este caso una enfermedad.
En el capítulo 12 nos habla de una enfermedad diferente, pero que también tiene repercusiones el la vida real de el individuo. En este caso el paciente presentaba continuos trastornos en la memoria se llamaba Thomson, y padecía el síndrome de Korsakov. Este señor no era capaz de recordar nada más allá de unos cuantos de segundos. Estaba continuamente desorientado. Su solución a este problema era crear rápidas fabulaciones y ficciones de todo tipo. El problema estaba en que para él no eran ficciones, era como él veía el mundo realmente. Podría decirse que cada uno de nosotros tenemos una biografía mediante la cual contamos nuestra historia, pero el señor Thomson  carecía de esta narrativa que todo humano debe tener, de manera que esta necesidad narrativa era la causante de esta fantasía desesperada que vivía con él.
El señor Thomson superficialmente, parecía un comediante entusiasta, pero realmente él no se sentía a gusto, tenía siempre una expresión tensa. El doctor Sacks había tratado ya antes con pacientes que presentaban la misma enfermedad pero ninguno era como Thomson, este señor había perdido totalmente la realidad interior, el propio doctor se pregunta si realmente tendría alma este paciente, ya que parecía careciente de ella incluso. En el único lugar donde Thomson parece curado, es cuando se encuentra en contacto con la naturaleza sin la presencia humana cerca ya que es esta la que le hace estresarse e inquietarse continuamente. La presencia de las planta le permite que este delirio de identidad se relaje y con ello vuelve a el la sensación de estar en el mundo.

Comentario personal
Estos capítulos  y todos los del libro, muestran la complejidad del cerebro humano, la maravillosa e increíble maquina de ingeniería que llevamos dentro para realizar unas funciones tan precisas, a las que estamos tan habituados que no valoramos hasta que las perdemos o éstas se ven alteradas por factores como una enfermedad en el caso de los dos capítulos que he leído. La forma en la que trata nuestro autor los casos es de extremada exactitud, nos muestra sus vivencias llegándonos a sentir como realmente se sienten los pacientes. Sin duda lo que más llama la atención es que estos casos sean reales y de ahí que sea un poco duro  para el lector que no está acostumbrado a este tipo de lecturas serias. No es como leer un manual sobre enfermedades metales. Este libro es más duro porque se basa en historias de pacientes que en el caso de mis dos capítulos una de ellas es feliz conviviendo con la enfermedad pero el señor Thomson lo pasa verdaderamente mal con su pérdida de identidad.
A pesar de esto me parece un libro fascinante el cual pienso acabar de leer ya que estos dos capítulos que me ha propuesto mi profesor de filosofía me han abierto el apetito y tengo muchísimo interés en terminar de leer un libro tan interesante y ameno que nos puede hacer mirar a los pacientes con enfermedades mentales de otro modo, ellos también son personas.

3 comentarios:

  1. Alba Palacio Soler, 4A.

    Este articulo habla de enfermedades pocos conocidas,trastornos mentales que pueden ser satisfactorios para la persona o en su contra, perjudiciales.

    Respecto al tema del libro opino que estos libros nos hacen abrir los ojos, pensar que no sabemos de todo, que tenemos mundo por descubrir sea del tema que sea.
    Hasta el momento no conocía estas enfermedades y me parecen muy curiosas, también me asombra las diferentes formas de aceptarlas y controlarlas como puede hacerlo Natasha y la dificultad que tiene Thomson, que por culpa de su entorno hace que esta enfermedad se altere.
    Y también hay que observar el detalle de la gran ayuda que nos da la naturaleza.

    El resumen del libro me parece que expresa toda la importancia de este, y por tanto se entiende a la perfección.

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  2. Estos capítulos que son los únicos que he leído por ahora, hablan de unas enfermedades poco comunes ya que nunca había hablado sobre estas. Me parece increíble como una enfermedad puede hacer sentir a una persona viva, sin preocupaciones y ella misma se siente feliz siendo así. También está la enfermedad que trata de expresarse mejor con dibujos que hablando, esto no lo veo mal aunque a veces nos pongan dificultades ante la vida. En el otro capítulo nos cuenta la enfermedad de korsakov que trata de que la persona que la padece logra recordar nada más que unos segundos, esta enfermedad si que me parece muy peligrosa debido a que no recordaría nada de su vida y se sentiría muy desorientado.

    Este libro me parece muy útil e interesante ya que nos cuentan enfermedades que no sabíamos que existían. Y nos enseñan a saber lo que sucede día a día.

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  3. este articulo me crea curiosidad e intriga sobre ciertas enfermedades que a primera vista son malignos, pero que sin embargo son capaces de dar los mejores años de vida a personas que verdaderamente han vivido y conocido mucho, y aun así a esos años que tuvo "la enfermedad de cupido" los califica como los mejores,lo que me sorprende es que algo tan conocido como una enfermedad lo que generalizamos como malo no lo sea, y que nunca desearíamos tener, esta mujer de ochenta y ocho años si quisiera, es fascinante.mi sensación al leer la primera parte del articulo fue de felicidad, al contrario, al leer la segunda parte vuelves un poco a la realidad dándote cuenta que las enfermedades se han generalizado como malas ya que son muy pocas las que te alegran la vida. me es complicado ni siquiera plantearme, que alguien que pueda realizar todo tipo de acciones excepto hablar, no tenga alma que continuamente se encuentra vacío, pienso que es una de las peores cosas que puedes vivir, por que aunque me cueste asimilarlo hay personas que al sentirse vacías lo único que experimenten sea negativo, sufrimiento.

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