sábado, 13 de octubre de 2012

Ello, yo y superyo

Estos tres términos son conceptos fundamentales en la teoría de Sigmund Freud, el cual intentó explicar el fundamento pisco de los humanos.
Freud propuso una estructura de la mente según la cual la personalidad consta de tres factores que son dinámicos, es decir  cambiantes. Solo uno de esos factores es consciente y los otros dos inconscientes.

1) El "ello": Es el lado natural de nuestra personalidad. Estaría formado por impulsos primitivos como la agresividad o el instinto sexual. Estos impulsos exigen ser satisfechos a toda costa. Freud le da mucha importancia al instinto sexual,porque para él es el instinto primario que actúa no ya desde la adolescencia, sino incluso desde la niñez. Por ello, este instinto se reprime mucho, y esta represión debe ser entendida como "una ocultación inconsciente de los impulsos". Evidentemente, la represión produce ansiedad, que es la raíz de numerosos problemas psicológicos.

2) El "yo": Es la conciencia reflexiva que se guía por la realidad, es decir que incita a adaptarse a la situación real. Este principio defiende que los impulsos provocados por el "ello" no pueden ser satisfechos, ni siempre, ni en cualquier momento por lo que se opondría por tanto al principio del placer.

3) El "superyo": Está constituido por las normas y los ideales que se van inculcando desde la infancia y que las personas, también de manera inconsciente, han asumido. el "superyo" es el encargado de vigilar y ordenar al "yo" que no siga al "ello".

En conclusión: Nuestra personalidad se encuentra en una situación conflictiva porque nuestra mente consciente (el yo) sufre las exigencias de los impulsos primitivos (el ello) y de las normas exigidas (el superyo) y además este debe acatar el principio de la realidad por el que se guía.